Capítulo 2 "Mi primer cita"- Fragtton

MI PRIMER CITA:


Las siguientes clases pasaron muy lentas, primero con el señor Laswool, un hombre de baja estatura y de piel bronceada, parecía un hámster cachetón y robusto, solo el lograba hacerme dormir en clases, parecía que su voz había sido diseñada para aburrir, y el hecho de que impartiera historia lo hacía más difícil.
La tercer clase antes del descanso fue lenguas, odiaba esa clase; por la voz de la señora Marent, una mujer bajita con una inmensa bola de grasa debajo de la barbilla, ella me caía mal, pero sabía que ella me odiaba, siempre fui buena en sus clases, pero siempre buscaba la manera de que yo hiciera el ridículo en clases.
Nada importaba ahora, solo faltaban 3 minutos para mi encuentro con Fremont, me sentía tan mal que hasta mis rodillas temblaban, seguramente provocado por la comida, aun que parecían más nervios que otra cosa, en fin, la larga espera estaba acabando conmigo.
Al sonar la campana salí corriendo hacia la cafetería para verlo, aun que por un momento se me cruzó la idea de que era amigo de Cindy <<¿y si sí es amigo de Cindy?, ¿y si solo es una trampa?>> pero preferí no pensar más en eso, y al abrir la entrada a la cafetería, me llevé una muy agradable sorpresa ¡el de verdad estaba ahí! sentado tan lindo, el uniforme le sentaba bien y combinaba con sus hermosos ojos miel, en que estoy pensando, el es mi amigo, no puedo pensar que se ve lindo, debe quedar fuera de mi mente.
Me dirigí hacia la mesa donde estaba Fremont
—Toma asiento Clair—dijo, dando pequeñas palmadas al banquillo de junto
—Gracias—musité y tomé asiento
—Platícame, ¿quién eres y de dónde vienes? —dijo mostrando un gran interés en mi
—Pues ya te dije, me llamo Clairy...soy Clairy Dench—en ese instante Fremont se quedó petrificado, pero reaccioné muy tarde
— ¡Eres la hija de los Dench! —gritó, afortunadamente nadie lo escuchó, si alguien oía aquella noticia, se darían cuenta de lo rica y poderosa que realmente era y todos me tratarían completamente diferente y honestamente, estaba bien así
—No lo digas—susurré
—Disculpa, no pensé que fueras...que fueras tú—el estaba muy nervioso—pero Clair, es solo que ¡mírame!, ahora estoy hablando con la chica más poderosa de Oregon
—No exageres, además, eso no me hace más especial que los demás
—A quien quieres engañar, ¿viste cómo te trató Cindy? Si ella lo supiera, te respetaría y te dejaría en paz
—Eso no me preocupa, puedo vivir con ello, pero no con la atención de todos sobre mí
—Pero ¿por qué?, cualquier chica estaría feliz de ser el centro de atención
—Pues ahora ves porque soy tan especial—dije en tono de broma y el rió conmigo, era demasiado buena su compañía, pero no puedo sentir absolutamente nada por él.
Después de ese comentario comimos en silencio, nadie dijo palabra alguna, apenas se encontraban nuestras miradas.
Estábamos muy tranquilos hasta que la odiosa de Cindy se hizo un espacio entre Fremont y yo
—Hola pequeña rata, veo que tratas de hacer amigos—mencionó y volteó a ver a Fremont que se retiraba de la mesa— ¡hey! ¡Espera! —pero Fremont siguió caminando, eso le costaría muy caro
—Déjalo en paz—espeté—el no ha hecho algo malo
—Juntarse contigo es muy malo—chasqueó sus dedos y enseguida aparecieron sus amigas—tras el—ordenó Cindy, traté de detenerlas, pero Cindy me arrojó a la mesa, teníamos la atención de todos en el comedor; las chicas seguían acercándose a él y yo no podía detenerlas, seguí luchando con Cindy hasta que, no sé cómo diablos sucedió, pero logré lanzarla hacia la mesa de al lado, corrí frenéticamente, con los ojos llorosos por la preocupación y el corazón avanzando poco a poco a mi garganta hacia Fremont

—Fremont ¡cuidado! —y las chicas y él voltearon hacia mí, entonces Fremont sonrió e inmediatamente una fuerte ráfaga de viento hizo que las chicas y yo saliéramos disparadas  contra la pared, debí golpearme duro la cabeza, pues cuando desperté estaba semiconsciente.

ESE DÍA FREMONT:

No asistí a ninguna “clase” en la que se supone debería estar, me la pase en el comedor, realmente no quería hacerla esperar.
Escuché el sonido tenue de la campana y vi cómo todos comenzaban a entrar, sin señal de ella, entonces de pronto una chica se acercó a mi mesa, subí la mirada y era ella, comenzamos a platicar, tuve que fingir que no la conocía.
Continuamos con la conversación, que tonta, debería usar su poder para quitarse de encima a las bravuconas, entonces surgió el comentario
—“Pues ahora ves por qué soy tan especial” <<si, eres muy especial, no sabes cuán especial eres para mí>> pensé — pero sólo le sonreí y ella rió bruscamente.
Caminé por el pasillo pero las chicas seguían tras de mí, era sencillo, una ráfaga de aire ayudaría para que me dejaran, pero no la vi << ¡Clair! >> pensé, imposible, le había hecho daño, ella estaba frente a mí, inconsciente, la tomé en mis brazos, desearía que estuviera despierta, pero no, no puedo expresar mis emociones así, no con ella, la llevé al “hospital”, ahí trabaja una Leprechaun especial para este tipo de situaciones. 

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