Jinohra se había ido a una reunión con no sé quién y el rey estaba con ella, su madre no dejaba de hablar y ya me estaba desesperando de escucharla mientras mi madre asentía a cada cosa que ella decía.
—Perdonen
que interrumpa majestades, pero me temo que es tarde y el rey y la princesa aun
no regresan—musité mientras me levantaba de los sillones donde yacíamos
sentados todos.
—No
te preocupes querido, ambos fueron a ver diferentes tratados, seguramente están
hospedados en los palacios de los dos reinos a los que fueron—contestó la madre
de Jinohra y me quedé en silencio.
¿Se
había ido a otro reino?, ella me dijo claramente que iba con su padre—dijo que
iba, mas no que al mismo lugar—me contesté en automático y volví a levantarme
del sillón.
Me
dirigí sin decir algo hacia la salida, no quería hablar con nadie que no fuesen
los guardias, seguramente ellos sabían a donde se dirigían ambos, ahora sólo
dependía de mí el saber a dónde se fue ella y a dónde su padre.
Llegué
rápidamente a donde todos ellos estaban montando guardia.
—Príncipe
de Lisburn—reverenció una fila de ellos.
—Guardias—imité
su movimiento para después continuar—por favor, necesito saber la ubicación de
mi prometida, sé que ustedes los escoltaron.
—Lo
siento, pero no tenemos permitido brindarle ese tipo de información a alguien
que no pertenezca a la familia real de Newry— respondió uno de ellos en
automático.
—Yo
soy parte de la familia real de Newry—contesté manteniendo mi calma—la princesa
es mi prometida y por ende formo ahora parte de la familia real, así que creo
ser merecedor de la respuesta—sonreí con suficiencia.
—Muy
bien, ellos tomaron un carruaje para ir a Campterlyn, pero la princesa a mitad
del camino había seguido sola para ir a Galway—musitó uno de ellos con suma
precaución, por alguna razón no querían decirme nada más.
—Gracias—reverencié
en agradecimiento y enseguida corrí directo a mi automóvil. No podía quedarme
de pie sin hacer algo, pero ¿decirle a mi madre y a la reina de Newry?, sonaba
peligroso.
Pisé
el acelerador hasta que las llantas chirriaron contra el asfalto y salí a toda
velocidad hacia Galway, el inútil reino en el que estaba Huge. Simplemente
sería inaudito no correr tras ella.
Me
había mentido, sí, pero supongo que era para no meterme en más líos y es
comprensible, ¿pero que haya corrido directo al palacio de Huge? Eso sí que era
torpe, incluso para ella.
Sin
chistar recorrí todo Lisburn con la esperanza de que pudiera encontrarla de
regreso, sin embargo no ocurrió, pasé por cada calle para verificar que no se
encontraba ahí y así fue, no estaba en mi reino, no estaba en su reino y por lo
que me dijeron los guardias tampoco estaba con Cass.
Me
dirigí directo a Galway, tenía que cruzar por Campterlyn de todas formas para
poder llegar hasta ahí, así que de paso podría ir a ver a Cass, quien
seguramente estaba en su casa y fuera de la reunión con los reyes de aquel
lugar.
Mi
celular vibró a unos cuantos metros de llegar a la casa de Cassidy, revisé
quién era y un número desconocido se marcó en mi pantalla. Contesté presionando
el botón verde y me decidí a hablar ya que nadie se escuchaba del otro lado.
—
¿Bueno? —dudé, era una mala idea contestar con Jinohra fuera, probablemente
algo le había pasado.
—Aivan,
las cosas se están poniendo feas con Huge, debes venir a su reino de inmediato—habló
rápidamente una voz la cual reconocí, era Cass.
—
¿Qué sucede? ¡¿Dónde está Jinohra?!
—No
hay tiempo debes venir, te dejo…
Colgó
sin avisar y me quedé admirando mi celular, realmente estaba mal la situación
en Galway. Busqué entre mis contactos el número de mi madre para que mandara a
una parte de las tropas hacia Galway, algo debía hacer para proteger a Jinohra
y si ella no estaba ahí debía por lo menos proteger a Cassidy.
—Madre,
debes mandar toda una tropa hasta Galway, no hay tiempo así que después
responderé tus preguntas—dije hacia la bocina.
—Muy
bien, enseguida lo hago—colgó y yo volví a encender el auto, esta vez para
encontrarme con mi tropa que seguramente estaría ahí antes que yo.
Al
llegar vi a demasiados guardias del palacio montando guardia fuera de Galway y
esperando una orden para atacar.
—General—dije
llamando su atención mientras me acercaba—no ataquen hasta que dé la señal,
entraré a averiguar lo que sucede, pero si no estoy fuera en cinco minutos no
duden en comenzar a atacar—ordené, pues no estaba seguro de a qué o más bien a
quién me enfrentaría una vez dentro.
Aun
dudando si entrar o no caminé lentamente, mi miedo a que ahí dentro estuviera
peor de lo que me imaginaba era evidente, pero no me detuve, seguí con un paso
más decidido para ver a Jinohra, para asegurarme de que ella estaba bien.
Entré
sin ningún problema al palacio y vi a Huge charlando con Cassidy, ninguno de
ellos notó mi presencia, pero la arenilla de la entrada hizo que mi suela la
remoliera contra el suelo y ésta emitiera un pequeño sonido que llamó la
atención de Cass.
Giró
a verme ahí de pie y fingió no haber visto nada, para mi sorpresa comenzó a
hablar más fuerte y a distraer a Huge para que no me viera—debo agradecerle después—pensé
mientras me dirigía a otro de los cuartos.
Caminé
por un pasillo y vi a los guardias, estaban montando guardia, obviamente, en
cada una de las puertas, seguramente ella estaba en alguna de todas esas. Me
acerqué con cuidado para que no me vieran y una mano me cubrió la boca y me
jaló hacia un pilar.
—No
te asustes Aivan—susurró alguien en mi oído, en ese instante supe quien era—te
voy a quitar la mano pero no hagas ruido—asentí moviéndola cabeza y ella me
liberó.
—Jinohra,
te encuentras bien—articulé aun sorprendido por tenerla frente a mí.
—Sí,
pero ahora vámonos, es arriesgado estar aquí.
—Mira
quién me lo dice—murmuré con ironía.
—Bien,
bien, admito que debí decirte la verdad pero si lo hacía no me hubieses dejado
venir.
—Lo
hubiese hecho, hasta hubiera venido contigo, no debías afrontar esto sola.
—Muy
bien, después hablamos al respecto, ahora debemos bajar por Cassidy para poder salir
de aquí, no tenemos mucho tiempo así que démonos prisa—tiró de mi brazo y
salimos corriendo de aquel aterrador pasillo lleno de guardias de Galway.
Caminamos
rumbo a la sala donde estaban teniendo sus pláticas tan largas Cass y Huge, después
de todas las atrocidades que cometió Huge no podía creer que Cass lo hubiese
besado.
— ¿Qué sucede? —interrogó Jinohra.
—Nada—traté
de sonreír—en verdad no te preocupes por mí, mejor preocúpate por cómo
saldremos de aquí.
—Vi
en la torre donde estuve encerrada unas cortinas enormes, tal vez podamos
atarlas…
—
¿Atarlas? ¿Es en serio?
—Sólo
lo sugería, pero si tienes algo mejor—rodó los ojos, estaba molesta.
—Si
esta va a ser nuestra primer pelea como pareja en verdad te ruego que no sea
aquí, guarda tu ironía y sarcasmo para otro momento—imploré pensando en que
ella me entendiera.
—Como
quieras—se cruzó de brazos y se plantó frente a mí.
—
¿Qué haces?
—Esperaré
hasta que mi prometido, el genio, idee algo mejor para salir.
—Pues
se me ocurre que quizá podríamos ir directo hacia Huge, salir tranquilamente
con Cassidy y dejar a que los guardias se encarguen del resto.
—Bueno
te recuerdo que yo no traje protección de ningún tipo.
—No
hablo de la de Newry, Lisburn vino preparado—sonreí y retomamos el camino.
Llegamos
hasta la sala donde ambos estaban discutiendo ahí, las paredes estaban pintadas
de un café obscuro dándole un toque siniestro, las sillas eran demasiado altas,
tanto que los pies de Cass no daban contra el suelo y qué decir de la mesa, era
muy amplia y distanciaba a Huge cerca de tres metros de Cassidy.
—Perdonen
que interrumpa—musité llamando la atención de ambos—me temo que debo llevarme a
la duquesa, príncipe y perdona por la interrupción pero me temo que el mantener
encerrada a la princesa de Newry no es muy buena opción ahora—musité para poder
hacer tiempo mientras Jinohra salía a salvo con Cassidy.
—Aivan—saludó—ella
vino directo a mí, ¿qué puedo hacer ante eso? y por Cassidy, bueno ella vino a
abogar por ustedes, no es mi problema que Jinohra no se quisiera ir desde un
principio, las puertas siempre han estado abiertas para ella.
—Eso
no es cierto, ella no quiere verte.
—
¿Y por qué no dejas que lo diga ella?
—Porque
no puedo arriesgarla de esa manera, eres un bastardo Huge y pagarás por esto.
—
¿Sabes? —esbozó media sonrisa—tal vez ella esté bien en este momento, pero
tu—en un rápido movimiento me tomó por el hombro y presionó sobre la herida que
había dejado la bala—no lo estás—se alejó unos pasos mientras yo sostenía mi
hombro para no verme tan afectado.
—
¿Qué es lo que quieres?
—
¿No es muy obvio? A Jinohra.
—Pero
ella no es un objeto como para que pienses que me pertenece, ella sólo quiere
estar conmigo.
—Vamos,
no trates de engañarte, lo que ella siente es lástima—solté una sonora
carcajada por su comentario.
—
¿Lastima?, ella me ama—recalqué—ya estamos planeando la boda.
—Qué
lástima, me tendrá que perdonar Jiny por quitarle a su futuro esposo—sacó un
arma y la apuntó directo hacia mí.
Mi
respiración se aceleró alcanzando el ritmo de mi corazón, no pensé que fuera a
traer un arma consigo, creí que los guardias eran los únicos que podían portar
armas, pero obviamente estaba equivocado. Comencé a caminar hacia atrás
tratando de encontrar un lugar para ocultarme, escapar o por lo menos que me
sirviera de protección.
—Huge,
por favor baja el arma—dije mientras comenzaba a hiperventilarme, jamás había
tenido un arma tan cerca.
—No
cuentes con ello—observé que al decirlo oprimía el gatillo y el arma cayó al
suelo, giré a ver quién había salvado mi vida y vi a Jinohra sosteniendo el
arma y llorando mientras Cass trataba de calmarla.
—Ya
pasó Jin, hiciste lo correcto—susurraba Cass mientras Jinohra entraba a un
ataque de espasmos, su llanto me hacía sufrir, pero recordé a Huge y enseguida
pateé el arma lejos de su alcance.
—Ya
basta Huge, estás perdido—lo tomé de la muñeca que no estaba sangrando para no
perjudicarlo más, de todas formas estaba arruinado y no quería comportarme
igual que él, aprovechándome de su situación.
Dejé
a Huge con los guardias de Newry que llegaron a ayudarme y enseguida corrí para
ver cómo estaba, no podía quitarme la imagen de ella parada sosteniendo el arma
y llorando mientras Cassidy le servía de apoyo, eso era imposible de olvidar.
Al
llegar a la puerta me apresuré para estar arrodillado junto a Jin.
—Jinohra,
tranquilízate—musité mientras la tomaba por los hombros.
—Acabo
de dispararle a alguien—murmuró mientras se seguía sacudiendo
espasmódicamente—acabo de herir a alguien con un arma.
—Hiciste
lo correcto, si no hubieses intervenido, estaría muerto, te debo mi vida.
—Acabo
de herirlo con un arma, esto lo hice yo—se llevó las manos a la cara y comenzó
a llorar frenéticamente mientras emitía gritos de dolor desgarradores, no
soportaría mucho el verla así.
Me
quedé junto a ella mientras se calmaba, no podría estar llorando por el resto
de su vida, pero mucho menos tenía la posibilidad de olvidarlo pronto,
probablemente el recuerdo la atormentaría por demasiado tiempo.
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