Caminamos hacia el palacio mientras ella se meneaba irregularmente debido a los nervios y eso me ponía tenso, estaba seguro en un principio, de que sus padres lo dejarían tal y como estaba, pues ella no había matado a alguien o causado un daño severo, sólo le disparó en la mano a Huge para salvar una vida, para salvar MI vida.
Subimos
por las escaleras directo a los tronos, donde se encontraban el rey Neal y la
reina Miera, ellos no se habían percatado de nuestra presencia, o eso era lo
que yo pensaba.
—Príncipe,
princesa—saludaron robóticamente—sean bienvenidos y les advertimos que estamos
enterados de todo, por favor necesitaremos abrir casos pasados con los reinos y
reafirmar lazos, pueden retirarse—indicó la reina mientras nos daba la espalda
y su esposo la observaba inclinando la cabeza.
Seguimos
su orden y salimos de ahí corriendo. Según yo la única forma de pagar por esto
era que cedieran su poder, lo cual no debería ser un problema, pues en cuanto
dejaran el reino podrían ir a Lisburn, pues yo estaba prácticamente casado con
Jinohra, lo cual mantendría su puesto de “princesa”. O la segunda opción, que
era el cederle al primogénito a la familia real de Galway, lo que significaría
que Jinohra iría directo a las manos de Huge, pero sus padres son incapaces de
hacer eso ¿o no?
Lleve
a Jinohra escaleras abajo y le indiqué que se quedara un tiempo con Cassidy
mientras arreglaba las cosas con sus padres, no permitiría que ellos tomaran
esa decisión, se suponía que nosotros decidíamos sobre eso pues ellos ya no
tenían nada que ver con nuestro compromiso.
Subí
por las escaleras mientras mis zapatos marcaban el ritmo de mis pisadas y el
camino se hacía largo. No veía la hora de soltarles todo a los reyes, de
decirles que no dejaría que tomaran esa decisión.
Llegué
hasta los tronos y el rey se puso de pie para encararme.
—Creí
que les dejamos bien claro lo que estábamos haciendo y lo que esperábamos que
hicieran—inició a discutir.
—Pero
te has tomado la molestia de interrumpirnos cariño, así que dime qué es lo que
quieres—interrumpió la reina.
—Majestades
he venido a ofrecerles la ayuda de mi reino en caso de que quieran iniciar la
guerra, pues la princesa Jinohra y yo hemos decidido que las cosas se quedarán
así—la reina enarcó una ceja mientras ponía toda su atención en mí.
—
¿Jinohra también? O… ¿Sólo la tomaste tú? —me quedé callado, en realidad la
decisión había sido mía, pero estaba seguro de que Jin estaría de acuerdo.
—Ambos,
majestad, ambos decidimos que esto está bien así y hemos decidido que si es
necesario que Lisburn se una con Newry así lo haremos, adelantaremos la boda
para cuando ustedes quieran—concluí y me di la media vuelta para no escuchar la
respuesta, quería que ellos lo tomaran en serio y que pensaran las
posibilidades que teníamos de ganar.
Giré
el picaporte y me dispuse a salir, pero la fuerte mano del rey me tomó por el
hombro.
—Sé
que la reina no estará de acuerdo, pues tendremos que dejar el trono en caso de
que nuestra única heredera contraiga matrimonio y creo que es el momento de que
sangre joven reine, yo los apoyo príncipe, sólo espero que mantenga en alto su
palabra y que no sea una treta para obtener el poder de nuestro reino, ahora
Newry pasará a ser parte de ti, de tu familia—concluyó mientras estrechaba mi
mano como si acabáramos de cerrar un trato, se acercó para abrazarme como si
fuese mi padre y me dijo algo al oído—espero que sepas lo que haces, en verdad
no me gustaría ponerle fin a esto—advirtió y yo me estremecí.
—Se
lo aseguro—articulé mientras daba un paso hacia atrás para separarme de él.
Camine
un poco por los pasillos para aclarar mi mente, ellos esperaban que para mañana
ya estuviéramos comprometidos. Pero con lo que dije pensé que deberíamos
esperar una semana en lo que veían la posibilidad de establecer un acuerdo para
arreglar todo con el reino de Galway, ¡No esperaba ser un hombre casado para
mañana!
Llegué
al pie de las escaleras y me dirigí hacia la salida, debía ir a Lisburn cuanto
antes para mandar las tropas a proteger Newry y a algunas ordenarles que se
quedaran a proteger Lisburn. Probablemente podría convencer a Cassidy para que
persuadir a los reyes de Campterlyn y se unieran a nosotros, puesto que no
tenían hijos herederos al trono no tenían mucho que perder y serían unos
fuertes aliados, era el reino más grande y ellos tenían el ejército con mayor
número de todos los reinos, sin duda un potente aliado.
Me
monté en el automóvil y fui directo a Campterlyn, debía hablar cuanto antes con
Cass, antes de que Huge fuera directo con los reyes. Llegué a la casa de la
Cassidy y empujé la puerta hasta que se abrió, las casas eran muy inseguras,
puesto que ahí no existía delito ni amenaza alguna.
—
¡Hey, largo…—salió gritando Cass— Aivan!
—Cassidy
necesito un favor, habla con los reyes del reino y diles que la reina de
Lisburn los convoca a una reunión y necesito que les metas ideas de que deben
aliarse con nosotros, diles que ignoren las propuestas de Galway, por cierto,
¿Jinohra está contigo?, la mandé hace un momento para que se distrajera.
—Sí,
está en el comedor, enseguida viene—se introdujo en una recámara y se quedó un
buen rato ahí mientras yo esperaba impaciente para ver a Jinohra y decirle que
mañana contraeríamos matrimonio, pero no de la dulce forma que ella esperaba.
La
puerta emitió un chirrido demasiado agudo mientras alguien la empujaba del otro
lado. Cass se asomó y me dedicó una sonrisa.
—Tienes
nuevos aliados—dijo llena de orgullo—pero te lo cobraré Aivan, quiero que le
des a Jiny una boda de ensueño, ella estaba muy ilusionada al respecto.
—
¿Te dijo algo sobre la boda?, porque justamente de eso quiero hablar con
ella—abrió tanto los ojos que temí que fueran a saltar de sus cuencas.
—
¿La vas a cancelar?, porque te mataré…
—No,
mañana deberá tener lugar—interrumpí y no dejé que hablara—era una de las
condiciones para que no entregaran a Jin como una mercancía a Huge, eso y el
hecho de ayudar a Newry en la guerra, por eso te necesito—terminé y ella soltó
todo el aire que había estado reteniendo.
—Te
comprendo Aivan, y el rumor ya se extendió por aquí, sólo espero que las cosas
vayan bien con todo esto y que ustedes no salgan afectados, pero la realeza de
aquí debería ir a Newry ¿no?, después de todo, con toda la seguridad deben ser
el reino más poderoso por el momento.
—Y
el más grande—complementé—le cederé el poder de Lisburn, uniré los reinos para
que todo se equilibre.
—
¿O sea que…
—Sí—interrumpí—tienen
una clausula donde le otorgan el poder al primogénito cuando éste contraiga
nupcias, que en su caso es Jin y pues por Lisburn ni se diga, la reina iba a
declinar pronto de todas formas—me encogí de hombros.
Este
tema ya lo había tratado con mi madre, y después de todo nos pareció buena la
idea, sólo que la persona con la que me veía en un futuro no era con Jinohra y
eso cambiaba las cosas por completo. Ahora perteneceríamos a los dominios de
Newry y podríamos actualizar todo esto, iniciaríamos con los cambios que
Jinohra sugiriera, después de todo ella conoce mejor que yo a Newry.
—Aivan—irrumpió
una queda voz en el pasillo—Aivan por fin llegas, me estaba preocupando, ahora
dime entes de que me saludes y me sermonees ¿qué pasa con la boda? —me quedé
petrificado, no sabía cómo decirle que lo que hasta ahora la había ilusionado
no podría cumplirse, seguramente se decepcionaría.
—Muy
bien, creo que el ambiente de tensión es palpable por aquí, así que con su
permiso—se retiró Cassidy dejándome sólo y sin apoyo frente a Jin.
Me
rasqué la nuca y di unos pasos caminando de un lado a otro frente al sillón, no
sabía cómo reaccionaría ante mi noticia sobre la tan apresurada boda y menos
cómo reaccionaría al decirle que sería por una guerra y para mejorar su país.
—Bien,
estoy esperando—musitó cruzándose de brazos e interrumpiendo mi vaivén
constante.
—Pues
en cuanto a la boda me temo que no será como lo esperabas y antes de que
pienses otra cosa, no significa que será mejor, me temo que mañana seremos
marido y mujer—solté sin mirarla directo a los ojos.
—
¿Por qué?
—Porque
tus padres quieren darte a Huge, quieren que te cases con él o bueno,
prácticamente eso pasará y pues…serás reina en cuanto te cases y yo rey y así
podremos…
—Espera
un momento, ¡Creí que querías a la Jinohra de verdad y no a la princesa!, ¡Creí
que me amabas por lo que soy y no por el estúpido título Aivan!
—No
es eso Jin—me detuve para tomarla de los hombros—en verdad quisiera cumplir tu
sueño sobre la boda perfecta de la que tanto hablas, pero me temo que esto es
necesario, y te juro que en cuanto las cosas se solucionen tendrás tu boda.
—No
es eso, estás conmigo ahora por un título, es decir, si no fuera porque soy
princesa no me estarías pidiendo matrimonio de un momento para otro.
—Me
gustaría decir que no, pero si tus padres no nos hubiesen obligado jamás
hubiese conocido a la Jinohra de verdad y créeme que me gusta, que estoy
enamorado de ella y lo seguiré estando hasta el último segundo de mi vida—la
besé de forma fugaz y ella se quedó en un silencio aterrador.
No
sabía lo que haría, pero solo habían dos opciones, aceptar nuestra condición o
rechazarla y poner ambos reinos en conflicto.
—Lo
haremos a tu modo por ahora, ¿qué debo hacer? —musitó irritada.
Le
indiqué todos los formatos legales que debíamos llenar en Lisburn y ella me
dijo lo que debía hacer en Newry, al parecer ellos se casaban ante los reyes y
ellos hacían válido y efectivo su matrimonio.
—Muy
bien, entonces mañana nos casaremos y listo, sólo déjame ir a Lisburn a arreglar
todo para mañana, si tengo tiempo iré a verte a tu castillo, Cass me hará el
favor de llevarte a casa pero si te quedas por favor avísame—concluí y ella se
alzó de puntas para darme un beso que tanto añoraba, pero no quería presionarla
a esto hasta que estuviera nuevamente lista y olvidara todo, así que me separé
de ella unos segundos más tarde.
—Cuídate—susurró
dándome un abrazo y dirigiéndome a la salida.
Tuve
que contener las ganas de regresar a su lado, ya había pasado mucho tiempo que
no habíamos tenido un momento a solas, pero bueno, aunque tuvimos ahora uno
sólo fue para hablarle de la guerra que se avecinaba y ahora tenía que regresar
a casa.
Subí
a mi automóvil y fui directo a mi palacio para avisarle a mi madre que
preparara todo para la llegada de los reyes de Campterlyn y para que avisara al
juez de mi familia que contraería nupcias justamente mañana.
Llegué
al palacio justo a tiempo para encontrar a mi madre aun despierta y leyendo una
especia de libro, pero muy pequeño. No apartaba la vista de él, hasta que me
aclaré la garganta para llamar su atención. Cerró aquel “libro” y leí “TÁCTICAS
DE GUERRA”.
—
¿Una nueva novela? —le pregunté señalando el libro que yacía en una mesita acomodada
a un lado del sofá rojo aterciopelado.
—No,
es una vieja libreta de anotaciones de tu padre, él era un magnífico rey y
guerrero y encontraron esto junto con su cadáver—dijo con una voz fría, le
dolía hablar del pasado, de cuando aún estaba con mi padre.
—Ya
veo, ¿para qué lo quieres? —indagué, aunque ya sabía la respuesta.
—Pues
ya sabe todo Lisburn el hecho de la estrategia militar de Newry y el hecho de
que te casarás con Jiny, estoy alegre por eso, sin embargo no hay quien dirija
a nuestro ejército…
—Nombraré
al guerrero más capaz para todo esto, no dejaré que alguien más salga herido,
no quiero revivir la historia de mi padre.
—Lo
sé, pero necesitamos a alguien que les informe lo que deben hacer, sin embargo
no queremos llegar al uso de armas de fuego, no podríamos hacer eso pues está
en contra de nuestras leyes Aivan.
—Ellos
no respetarán las leyes y lo sabes bien, así que da lo mismo cómo lo hagan,
alguien tiene que ganar y obviamente seremos nosotros—pausé para recordar lo
que realmente venía a decirle—y no estoy aquí por las estrategias, vine a
decirte que en unas horas vendrán los reyes de Campterlyn a hablar sobre una
unión de fuerzas, así que preparen la sala de reunión para esto y quiero que te
hagas cargo mientras voy a Newry por los reyes, tienen mucho de qué hablar—la
observé mientras ella miraba nerviosa hacia el suelo y sólo asintió sin agregar
nada más—por favor protege a Emily, no quiero que viva esto sola—pedí antes de
retirarme.
—Créeme
que yo menos, es mi hija Aivan y es pequeña, por eso estaba en contra de
unirnos a Newry, pero bueno…
—No
ahora—interrumpí y me retiré del palacio.
Subí
al automóvil que ya me esperaba para ir directo a Newry, sinceramente esperaba
que Jinohra se hubiese quedado en casa de Cassidy o que al menos se encontrara
lejos de mi reino y del suyo, no quería que ella estuviera presente en cuanto
iniciáramos la guerra.
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